Un año más, los alumnos de segundo curso de los ciclos formativos de grado medio y grado superior se incorporan a las empresas con el fin de completar su formación y obtener el título que les acredite como técnicos en las especialidades cursadas.
En nuestro caso son los alumnos del ciclo de Grado medio Preimpresión Digital y los de Grado superior Diseño y Producción editorial los que desde la semana pasada (4 de abril) se han integrado en las empresas colaboradoras y en las cuales durante los próximos meses completarán el módulo de Formación en el Centro de Trabajo. En los próximos meses también tendrán que realizar este módulos los alumnos de la Formación Profesional Básica, tanto los de primero como los de segundo curso. En total, por lo que respecta a nuestro departamento de artes gráficas, en torno a 50-60 alumnos son los que se hallan en esta interesante y retadora situación.
Son ya muchos años desde que se implantó este modelo y que, salvo matices que habría que discutir y tratar de mejorar, si hubiera voluntad de ello por parte de los políticos de turno y quisieran contar con los que acumulan experiencia en este particular proceso, lo cierto es que los resultados son netamente positivos para todos los implicados en este módulo:
- para las empresas que incorporan futuros profesionales en un entorno controlado y que, salvo excepciones, que siempre las hay, les «sacan» trabajos y servicios que bien administrados son positivos para su cuenta de resultados sin ser lesivos para la plantilla de trabajadores contratados, además de que la experiencia les sirve de banco de pruebas de un posible trabajador potencial que pueda incorporarse más adelante o pueda cubrir una suplencia, etc. Es sabido e incluso estos datos se publican en los medios de vez en cuando, que un buen porcentaje de los alumnos que realizan la Formación en Centros de Trabajo (FCT) son contratados una vez terminadas éstas.
- Para los alumnos, cuyo último módulo se tiene que desarrollar íntegramente en la empresa. En el modelo actual se corresponde con unas 380 horas (más o menos según el ciclo) que traducido en meses vienen a ser unos dos y medio. En la actualidad se están perpetrando cambios en este particular apartado sin una explicación razonable? plausible? y a los cuales tendremos que hacer frente los implicados con la entereza necesaria que se nos supone. El caso es que el alumno pone en práctica parte de los conocimientos técnicos y metodologías de trabajo que ha ido adquiriendo en los centros de formación, tutelados las empresas colaboradoras y por el centro de formación de tal manera que se evita el posible trauma de la incorporación al mundo laboral «a palo seco». Por lo general el alumno se sorprende gratamente de los conocimientos que dispone y de la facilidad con la que se integra en el sistema de trabajo.
- Para el centro formativo y sus profesores, los cuales se encuentran con la bendita obligación de estar en contacto permanente con las empresas, permitiendo así que el conocimiento de la empresa, sus métodos y formas de proceder fluyan y se integren en las escuelas, con lo que supone eso de enriquecimiento mutuo y de beneficio directo para los alumnos. Esto además nos lleva a una mayor relación de empresarios y centros de formación, de trabajadores de la empresa y profesores, estableciendo interesantes puentes de entendimiento que no pueden servir para otra cosa más que para enriquecer los engranajes productivos de la sociedad y por ende del país.
No nos queda otra que agradecer a las empresas colaboradoras de nuestro departamento de artes gráficas (decenas) y del colegio Salesianos Atocha (centenas) las cuales año tras año siguen confiando en nuestros alumnos para que, durante estos meses previos al verano, practiquen en su casa lo que han estado aprendiendo en la nuestra.
Gracias