En estos inicios de junio nos hallamos todos en pleno remate de las actividades: los alumnos más aplicados de la FP ya han barrido la casa y tienen por delante un magnífico verano que, a buen seguro, sacarán partido. Aquellos que por circunstancias varias les queda algún fleco disponen de una oportunidad más en un par de semanas (esperemos que la aprovechen).
El curso ha transcurrido con normalidad, si nos atenemos a la actividad formativa, si bien los cambios de modelo impuestos por la administración se van implantando a trompicones y sin un criterio claro (al menos para algunos formadores) lo que implica un alto grado de desconcierto en los profesionales que nos dedicamos a esta labor más aun si tenemos en cuenta que el modelo previo estaba funcionando (véanse estudios, análisis y valoraciones al respecto de los diferentes organismos competentes y de los cuales se han hecho eco los medios de comunicación).
Por lo pronto se ha implantado, con todas las de la Ley, el desconcierto de los ciclos formativos de grado superior, lo que ha supuesto que las familias hayan debido de hacer un sobreesfuerzo económico en aras de la formación de sus hijos independientemente de las becas concedidas y su cuantía. El otro caballo de batalla es la formación dual, humo magníficamente aireado en los medios de comunicación por los secuaces de turno y sobre la cual nadie ha pedido opinión a los formadores entre los que se hallan muchos tutores de alumnos en formación en centro de trabajo que a buen seguro, algo tendrían que aportar en relación con este particular punto.
Desde nuestro departamento así como del resto de departamentos de la sección de formación profesional de Salesianos Atocha seguiremos trabajando, independientemente de los cambios habidos y por haber, para que nuestros alumnos consigan los máximos conocimientos y adquieran las mejores habilidades técnicas para que obtengan unos buenos puestos de trabajo y contribuyan al enriquecimiento material y espiritual de esta nuestra sociedad.