Burla burlando, ya ha transcurrido más de un mes desde que se inició el curso 2021-2022 y ya inmersos en la rutina, no está demás reflexionar sobre lo acontecido y si ello nos repercute en un futuro próximo.
Como a todos, la pandemia nos pilló con el paso cambiado y hubo que adaptarse a las denominadas nuevas tecnologías a pasos acelerados.
Ya hemos venido narrando en entradas anteriores como se ha venido desarrollando toda la odisea desde el punto de vista de nuestro colegio Salesianos Atocha en general y de nuestro departamento de Artes Grafícas en particular, y valga este registro, como otros tantos que habrá en la web, para demostrar la resiliencia y la capacidad de adaptación que tiene el ser humano ante las adversidades.
El caso es que, pasando ya el toro, a nuestra particular adaptación la podemos dar buena nota, tanto en las primeras fases (último trimestre del curso 19-20) con formación online 100% y la FCT en las peores condiciones imaginables, todo el curso 20-21 en estado de semipresencialidad ( con el 50% de los alumnos en casa y el otro 50% en las aulas, alternándose) y ahora, inicio del curso 21-22 con presencialidad al 100% en las aulas.
Lo cierto es que en nuestro departamento ya veníamos utilizando bastantes de las tecnologías TIC con regularidad como por ejemplo Aula virtual, Google Classroom, Teem Viewer, CiscoWebex,… (no es algo inventado durante la pandemia) y la adaptación a las nuevas tecnologías no causaron trastorno alguno, por ejemplo la utilización de Google Meet o Microsoft Teams con regularidad, trabajo colaborativo online,… todo ello con escaso coste y sin fallos tecnológicos a reseñar a pesar del estrés al que estuvo sometido todo el sistema.
La formación de los alumnos no parece haberse resentido, los conocimientos teóricos se han impartido razonablemente y los prácticos también: no se han perdido clases ni siquiera durante la tormenta perfecta (valga la redundancia) que provocó Filomena; todos los alumnos fueron atendidos lo que significa que se proporcionaron los medios necesarios a aquellos alumnos que no disponían de ellos en su caso por circunstancias familiares; y que si se ha perdido de impartir un mínimo de formación recogida en la programación, esto se ha visto compensado por la metaformación asociada al uso de las nuevas tecnologías. Algo relevante ya en el presente y más en el futuro.
