Burla, burlando ya acaba la segunda evaluación de este atípico curso, que esperamos no se repita y con ello los alumnos de los segundos cursos encaran en las próximas semanas la Formación en Centros de Trabajo.
Sondeadas ya las empresas todo parece indicar, a falta de las confirmaciones previas a la realización de los papeles, que vamos a poder proporcionar un puesto a todos los alumnos en el cual poder completar su período formativo, su último módulo, el cual les proporciona el título, un posible puesto de trabajo o el trampolín a otros estudios.
En todos estos años desde la implantación de los ciclos formativos, la Formación en Centros de Trabajo ha sido uno de los pilares de este tipo de enseñanzas, de contrastado éxito que se concreta en altos porcentajes de contrataciones, probable sana envidia de otros tipos de formación y que en cualquier caso proporcionan a los alumnos una primera llave de acceso al mercado laboral.
Y todo ello a partir del trabajo poco conocido, probablemente nunca del todo valorado, de los Departamentos (en nada se quedaría la propuesta de que serían las Cámaras de Comercio las que proporcionarían las empresas donde podríamos elegir, como quien va a un supermercado).
Son los Departamentos los cuales a partir de una estrecha relación de amistad con las empresas (ya se ha hablado en muchas ocasiones en este blog de ello) consiguen proporcionar la Formación NECESARIA para que el alumno titule.
Son en estos tiempos -malos sin paliativos- cuando se somete a una prueba de «estrés» al modelo, y afortunadamente, insistimos, podemos prever que los alumnos de nuestro departamento de Artes Gráficas tendrán sus prácticas en empresas.
Esperamos que las mencionadas prácticas transcurran dentro de la «nueva normalidad» con la que ha transcurrido el curso, que debe haber sido mucha cuando la enseñanza no ha sido el centro de los debates en los medios salvo por la aprobación de la ley, una nueva ley, sobre Educación.
Deseamos unas buenas prácticas a los alumnos en esta nueva etapa.